Inmerso en la montaña, en la falda de la imponente Penya Foradà, se descubre un viñedo de suelos blancos en moderada pendiente, calzadas de piedra seca que mitigan desniveles y viejas cepas de variedades antiguas plantadas directamente en un suelo inmóvil desde cientos de años atrás.
Pla del Micalet es una parcela especial, la parcela que transmitió la energía necesaria para impulsarlo todo. Micalet pretende ser fiel reflejo de este paisaje, de esta zona y de las personas que lo elaboramos.
Sensal es un vino de paraje, el cual se elabora con uvas procedentes de diferentes parcelas, todas ellas ubicadas en el paraje Els Juncarejos, del municipio de La Font de la Figuera.
Trabajamos con viñas viejas, pero también con cepas jóvenes replantadas en antiguas parcelas de montaña de acusadas pendientes, con el objetivo de elaborar un vino reflejo de la identidad vinícola de un pueblo.
Vino elaborado con la variedad arcos, uva local de ciclo muy largo, de racimos grandes y sueltos y de bayas gordas de piel gruesa. Puro mediterráneo.
Y eso pretende Simeta, ser un vino mediterráneo, con color, con aromas y con tanino mediterráneo. Con la frescura de su sotobosque, de sus mañanas de agosto que empapan de rocío las hojas de las cepas y de las suaves temperaturas que la noche nos regala. Pero también pretende ser reflejo del calor de los largos y secos veranos que tan bien asimila esta variedad.
Foradà proviene de una parcela de 2,5 hectáreas replantada en 2018. Se trata de unas antiguas terrazas milenarias, orientadas al norte y que alcanzan más de 800 metros de altitud. Un viñedo que fue abandonado hace medio siglo por su dificultad de laboreo y los bajos rendimientos que ofrecía.
En definitiva, se trata de una apuesta por el lugar, por unas variedades tradicionales y por un patrimonio casi olvidado; todo ello en la búsqueda del gran vino.
Foradà proviene de una parcela de 2,5 hectáreas replantada en 2018. Se trata de unas antiguas terrazas milenarias, orientadas al norte y que alcanzan más de 800 metros de altitud. Un viñedo que fue abandonado hace medio siglo por su dificultad de laboreo y los bajos rendimientos que ofrecía.
En definitiva, se trata de una apuesta por el lugar, por unas variedades tradicionales y por un patrimonio casi olvidado; todo ello en la búsqueda del gran vino.
Fermentación en depósito de hormigón con levadura autóctona y con un 100% de racimo entero. Maceración de alrededor de 20 días. Después del prensado se trasiega a depósito de hormigón donde realiza la fermentación maloláctica. Tras esto, se cría en barricas de 500 litros durante 15 meses.
El suelo es arenoso, con rocas muy fracturadas y con mucho carbonato cálcico.
En Micalet, Simeta y Foradà, nuestros vinos de parcela, buscamos la máxima expresión de un viñedo en concreto. Para lograrlo, estamos estudiando al detalle las características de nuestros suelos. Esta investigación nos permite elaborar los vinos por sectores, adquiriendo un mayor conocimiento de nuestras parcelas y obteniendo vinos más definidos y precisos.
Además, después de años de trabajar nuestras viñas de forma ecológica y siguiendo ciertas prácticas biodinámicas, sentimos que los viñedos están más vivos que nunca.
Se realizan dos vendimias. En primer lugar, la parte de la parcela plantada en pie franco, donde las cepas presentan una maduración más adelantada
debido a su menor vigor y producción.
Unos 10 días después se vendimia la
otra mitad de la parcela injertada sobre americano.
El mismo día de la vendimia se encuba sin despalillar en la prensa neumática para realizar un prensado directo.
Desfangado estático de 12
horas, y se trasiega a un huevo de hormigón donde se inicia la
fermentación de forma espontánea y permanece durante 9 meses sin trasegar.
El suelo es arenoso, con rocas muy fracturadas y con mucho
carbonato cálcico.
Sensal en sus primeras añadas era un vino elaborado únicamente con viñedos viejos, pero el objetivo era que representara la tradición vitícola de La Font de la Figuera. Para ello fue necesario recuperar también los lugares que habían sido abandonados hace décadas. Hoy es un vino elaborado en gran parte con uva procedente de viñedo joven de las variedades históricas del territorio, replantadas por nosotros en antiguas parcelas de montaña.
Se elaboran por separado cada una de las cinco parcelas que componen el
vino. La fermentación es siempre con levadura autóctona y con gran parte
de racimo entero. Maceraciones de alrededor de 15 días. La fermentación
maloláctica y la crianza tienen lugar en depósitos de hormigón.
Los suelos son extremadamente calcáreos, presentando variabilidad en las
distintas parcelas respecto a su profundidad y composición.
En Micalet, Simeta y Foradà, nuestros vinos de parcela, buscamos la máxima expresión de un viñedo en concreto. Para lograrlo, estamos estudiando al detalle las características de nuestros suelos. Esta investigación nos permite elaborar los vinos por sectores, adquiriendo un mayor conocimiento de nuestras parcelas y obteniendo vinos más definidos y precisos.
Además, después de años de trabajar nuestras viñas de forma ecológica y siguiendo ciertas prácticas biodinámicas, sentimos que los viñedos están más vivos que nunca.
Fermentación en depósito de hormigón con levadura autóctona y con un 70% de racimo entero. Maceración de alrededor de 20 días. Después del prensado se trasiega a depósito de hormigón donde realiza la fermentación maloláctica. Tras esto, se cría en barricas de 500 litros durante 12 meses, para posteriormente afinarlo durante 3 meses en huevo hormigón. Embotellado sin clarificar y filtrado por 5 micras.